A continuación, detallamos los errores más comunes al aplicar impermeabilizante y cómo evitarlos con procedimientos profesionales, materiales adecuados y prácticas correctas que aseguran un resultado duradero y resistente.

1. No preparar correctamente la superficie antes de aplicar el impermeabilizante

Uno de los errores más recurrentes es aplicar el impermeabilizante sobre una superficie sucia, húmeda, con polvo, grasa, hongos o residuos de impermeabilizantes anteriores. Esta práctica impide una adherencia efectiva del producto, provocando que se despegue con el paso del tiempo o que nunca selle de manera adecuada.

Cómo evitarlo:

• Barrer y lavar la superficie a profundidad.
• Eliminar restos de impermeabilizante viejo con cepillo de alambre o espátula.
• Dejar secar perfectamente antes de aplicar cualquier producto.
• En caso de hongos o algas, aplicar un fungicida especializado.
• Revisar que no haya humedad atrapada bajo la superficie.

2. No aplicar sellador primario o primer adecuado

El uso del sellador primario (también llamado “primario” o “primer”) es clave para lograr una adherencia uniforme entre la superficie y el impermeabilizante. Omitir este paso disminuye drásticamente la vida útil del recubrimiento, especialmente en superficies porosas como concreto, asbesto o mortero.

Cómo evitarlo:

• Elegir el sellador compatible con el tipo de impermeabilizante.
• Aplicar uniformemente con brocha o rodillo, siguiendo las instrucciones del fabricante.
• Esperar el tiempo necesario de secado antes de continuar con la aplicación del impermeabilizante.

3. Aplicar el impermeabilizante en clima inadecuado

Realizar trabajos de impermeabilización bajo la lluvia, en días nublados con alta humedad, o con temperaturas extremadamente bajas o elevadas, puede arruinar por completo la aplicación. El producto no se adhiere bien, no seca correctamente o se lava antes de fijarse.

Cómo evitarlo:

• Consultar el pronóstico del clima y evitar días con probabilidad de lluvia.
• Trabajar entre 18 °C y 30 °C, con humedad relativa inferior al 85 %.
• Evitar aplicar en horas de pleno sol, para prevenir evaporación acelerada.
• No aplicar si la superficie presenta rocío matutino o humedad residual.

4. Aplicar una sola capa de impermeabilizante

Es común que, por ahorrar tiempo o material, se aplique únicamente una capa del impermeabilizante. Esto reduce la capacidad de protección del producto, dejando zonas vulnerables que con el tiempo permitirán el paso del agua.

Cómo evitarlo:

• Aplicar al menos dos manos cruzadas del impermeabilizante, esperando el tiempo de secado entre una y otra.
• En zonas de alto desgaste (como azoteas transitables o pendientes), reforzar con malla de refuerzo de poliéster o fibra de vidrio entre capas.
• Seguir rigurosamente las recomendaciones del fabricante respecto a número de capas, rendimiento por metro cuadrado y secado.

5. Utilizar productos de baja calidad o no adecuados para el tipo de superficie

No todos los impermeabilizantes sirven para todas las superficies ni tienen la misma durabilidad. Emplear un producto económico, genérico o no indicado para el clima y condiciones del lugar puede significar un grave error.

Cómo evitarlo:

• Elegir el tipo de impermeabilizante adecuado: acrílico, prefabricado, cementoso, poliuretano, etc.
• Verificar que el producto cuente con garantía, ficha técnica y cumplimiento de normas.
• Solicitar asesoría técnica si se desconoce qué tipo aplicar en cada caso.
• Considerar el uso: tránsito peatonal, exposición solar, inclinación, etc.

6. No respetar los tiempos de secado

Otro error común es acelerar el proceso o aplicar las capas demasiado rápido sin dejar secar la anterior. Esto genera burbujas, grietas o incluso que el producto no cure correctamente, perdiendo su eficacia a los pocos meses.

Cómo evitarlo:

• Leer con atención el tiempo de secado indicado por el fabricante.
• Dejar pasar mínimo de 6 a 8 horas entre cada capa (o lo que indique la ficha técnica).
• Evitar caminar o pisar sobre el área aplicada hasta que esté completamente seca.
• No cubrir con lonas, plásticos o materiales que impidan el secado al aire.

7. No sellar grietas, fisuras o puntos críticos antes de impermeabilizar

Las grietas, uniones constructivas, bajantes de agua y elementos sobresalientes como tuberías o registros son zonas de alta vulnerabilidad. Si no se refuerzan adecuadamente, serán los primeros puntos donde se presentarán filtraciones.

Cómo evitarlo:

• Inspeccionar a fondo la superficie y sellar cualquier fisura con sellador acrílico o poliuretánico.
• Colocar refuerzo de malla en zonas de unión y puntos críticos.
• Aplicar capa adicional de impermeabilizante sobre estas áreas.

8. Aplicar capas muy delgadas o demasiado espesas

Una capa demasiado delgada no alcanza el espesor mínimo requerido para proteger, mientras que una demasiado espesa puede agrietarse al secar o tardar días en curar, afectando su desempeño.

Cómo evitarlo:

• Medir el rendimiento por metro cuadrado que indica el fabricante.
• Utilizar herramientas adecuadas: brocha, rodillo o cepillo según el tipo de producto.
• Aplicar capas uniformes, sin acumulaciones ni zonas descubiertas.

9. No respetar las juntas de dilatación

Las juntas de dilatación están diseñadas para permitir el movimiento natural de la estructura. Cubrirlas con impermeabilizante sin tratamiento especial puede hacer que se rompa el recubrimiento con los cambios térmicos.

Cómo evitarlo:

• Identificar todas las juntas y tratarlas con selladores elásticos.
• Aplicar malla de refuerzo y capa extra de impermeabilizante flexible.
• Mantener la elasticidad del sistema en zonas de movimiento estructural.

10. No realizar mantenimiento preventivo cada año

Una vez aplicado el impermeabilizante, muchas personas creen que ya no hay que hacer nada más. Pero como cualquier sistema de protección, requiere revisiones periódicas para detectar daños menores antes de que se conviertan en filtraciones severas.

Cómo evitarlo:

• Realizar una inspección visual al menos una vez al año.
• Limpiar hojas, ramas y basura que puedan obstruir el drenaje.
• Reparar de inmediato cualquier grieta, desprendimiento o zona desgastada.
• Aplicar refuerzo en zonas dañadas sin necesidad de impermeabilizar toda la superficie nuevamente.

Aplicar impermeabilizante correctamente es una inversión inteligente

Evitar estos errores comunes al aplicar impermeabilizante permite ahorrar tiempo, dinero y preocupaciones. Una buena impermeabilización extiende la vida útil de cualquier edificación, protege el patrimonio familiar y previene daños estructurales graves causados por filtraciones.

Contar con materiales de alta calidad, seguir procedimientos adecuados y trabajar en las condiciones ideales hace la diferencia entre un trabajo duradero y uno que fallará en poco tiempo. Siempre es recomendable solicitar la asesoría de expertos y confiar en productos certificados que garanticen resultados a largo plazo.

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